jueves, 3 de noviembre de 2011

Nancy, compañera feminista, poeta, piquetera... ¡Hasta la victoria, siempre!




Nancy murió de cáncer el martes 1 de noviembre de 2011. Por celular circuló un mensaje de texto que decía: “Murió Nancy, después de mucho pelearla”. Por mail circuló el texto que sigue, presentado por una compañera con éstas palabras: “Cumpas, acá mandamos un relato sobre el 26 de junio, escrito por Nancy... muchas y muchos no llegamos a compartir espacios de militancia con Nancy, pero siempre estuvo presente su nombre en la historia de los MTD y el Espacio de Mujeres  de la Verón y después del FPDS. Estas palabras nos han acompañado en constantes místicas y seguirán presente en la continuidad de nuestra lucha”.
Los que sí compartimos espacios y días de militancia con ella, no tenemos, tal vez en estos momentos, mucho más por agregar. Sólo que nos llevamos con nosotros, para siempre, una imagen de su look medio hippie, un recuerdo de voz transmitiendo una enorme tranquilidad y su cálida sonrisa.

Palabras de Nancy, la piquetera
Nos llevaron a la comisaria. Fuimos unas de las primeras en llegar. Éramos 7 mujeres, mujeres con hijos pequeños que nos aguardaban en las casas y, a los que nos  había sido  difícil dejar esa mañana.
Salimos de Glew, tuvimos una asamblea antes de hacerlo porque ese corte se venía más duro que  otros Dijimos que  íbamos a  ir  sin chicos y que la que quisiera quedarse, se quedara. Pensé  que lo iban a hacer  muchas de las que  ahora estaban conmigo en la cana.
No me podía olvidar  de cómo entró Evi, me  daba risa, era una de las primeras asambleas en el  campo. Esa tarde, estábamos discutiendo la importancia del panfleto, si era denunciativo o…
Y Lara, diciéndome, Nancy yo me tengo que ir a  buscar al gordito al  jardín, no entiendo  nada de lo que están discutiendo pero  yo  quiero trabajar en el ropero comunitario, necesito darle  de comer a  mis 3 chiquitos, sabés, además el papá se  fue   y no sé  si vuelve…
 Bueno, ese día estábamos llegando al puente y habíamos  hablado de quedarnos en parejas  por si pasaba algo. Ya en el puente se veía raro el ambiente. Caminamos por Pavón y estaban gendarmería, prefectura, la bonaerense, que se  yo. Daba  miedo, realmente, daba  impotencia. Daban ganas, una mezcla de todo. Nosotras íbamos  pedir aumento de los planes, guardapolvos, útiles, comida, medicamentos y el  gobierno decía que pedíamos  mucho.
¿Qué rara balanza  no? ¿Qué  diferente balanza manejan los del poder y los  de guita? ¿Que habrá sido  mucho para ellos? ¿Que será mucho?
 Lo vi a Darío con toda su polenta. Nosotras  estábamos en Glew que formaba parte del MTD de Alte. Brown, que fue el que iniciara Darío a sus 18 años  en Don Orione, junto a un grupo de  vecinos.
Y  lo veo, lo vi a Darío y  me acuerdo de la  primera olla fundadora del MTD en Glew y él hablando, con sus ojos  claros y su abrazote, su sonrisa hermosa al  viento y al  sol. Todas  lo queríamos en Glew; era lindo todo  su  ser. Meses atrás cuando fue el piquete en los super para pedir alimentos  para  las fiestas, para parar la olla, justo unos días antes de los saqueos, Lara se sintió mal, apunto  de desmayarse y la que la ayudó  fue Darío.
 Bueno, avanzamos ese 26 de  junio y, al llegar al puente, estábamos allí, repasando lo que  había que  hacer  y se oyeron los disparos. Las chicas se quedaron paralizadas y  hubo  que sacarlas de allí.
Escuchamos  tiros, sirenas, no  sabíamos que estaba pasando, no se veía  nada, nadie  pensaba que a pesar de esos ruidos y disparos iba a haber muertos ese mediodía. Pensamos que era la represión al piquete, algunos heridos y ya está.
A la hora, subieron los  cabezas de tortuga y uno de los tipos que después fue tristemente famoso, que estaba  de civil en una  camioneta disparando, me  dijo: “te sobran asambleas”, y  me pegó con el palo en la espalda para  bajar las escaleras.
 Nos subieron al  micro y nos llevaron a la comisaria. Como dije, éramos las primeras, y allí fueron cayendo poco a poco compañeras y compañeros. Nos separaron hombres y  mujeres y nos tuvieron por horas paradas, sin movernos, si te movías te pegaban con un palo.
Nos ayudaron los presos comunes que nos acercaban galletas y nos gritaban cosas para darnos ánimo y chistes.
Las chicas estaban blancas pero se la bancaron, su preocupación eran sus hijos, ¿quién se iba a ocupar de ellos si les pasaba algo? ¿Cómo estarían? ¿Qué nos iba a pasar? En el patio de la  comi, se seguían escuchando sirenas, tiros  y las voces de alguna tele perdida que  hablaban del Fiorito y corría el  rumor de que  había  2  muertos.
 A eso de las 19 nos enteramos de que uno de los muertos podía llamarse Darío. Yo no lo podía creer, lloramos, lloramos y gritamos en el patio de la comisaria. Yo pensé que me derrumbaba y las cumpas me dijeron, no  Nancy, por favor.
Sacamos fuerzas todas, sacamos fuerzas, no sé de donde, teníamos que salir  y salimos. La protesta afuera crecía y la unión permitió que fuera un grito que pareció único de justicia, condena a los culpables políticos  y que nos  largaran de la cana. Salimos  muy tarde, me di el gusto  de escupir al tipo que nos encerró. Estábamos muy doloridas, yo  no lo podía creer. En la  puerta había  mucha  gente esperando, peleando…
 Al día siguiente fue una  de las  marchas  más  maravillosas y tristes de mi  vida, éramos muchas  y  muchos  bajo la lluvia , pero  no se sentía la lluvia. Éramos y estábamos juntos y  juntas.
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Palabras sobre Nancy, la feminista
Cumpas: este 1 de noviembre es y será para nosotras un día especial, estuvimos en la calle, en el congreso en una movilización popular luchando por algo que venimos haciendo hace más de 20 años, desde los movimientos de mujeres y feministas:  el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, soberanía sobre nuestros cuerpos.
A la vuelta recibimos el triste mensaje… se había muerto, luego de una larga enfermedad, la compañera Nancy S. Para las que la conocieron será una noticia impactante; para las que no la conocieron les comentamos que se fue una gran mujer, feminista, luchadora, combativa, sensible, la mejor.
Se  está por publicar un libro de su autoría; ya está en la imprenta y lo publica la editorial El Colectivo. Con varias cumpas del espacio de mujeres del FPDS hicimos un prólogo colectivo. Se los mandamos para compartir este momento de tristeza por su muerte y alegría por el nacimiento de este libro.

Palabras sobre Nancy, la poeta
 Nancy es una mujer bonita que sale a luchar, día a día, que se construye y que nos enseñó a organizarnos, a ser colectivo y no individuos, a ser compañeros y compañeras.  Nancy nos ayudó a darnos cuenta de lo desigual que funcionan las cosas para nosotras, que no hay sólo una forma de ser mujer y que tenemos que aceptarnos.
Leyendo sus poemas, escritos y cuentos encontrarán a nuestra escritora no sólo trazando cosas que imagina o describiendo momentos vividos para impedir que queden simplemente transitados en la memoria, sino que nos permite recuperarnos y repensarnos hoy a cada uno y a cada una en estas Pinturas del Alma
No es fácil para nosotras, que no desarrollamos como Nancy  el oficio de organizar palabras cotidianas para que ordenadas, como aparecen en las siguientes páginas, den cuenta de parte de nuestro recorrido como pueblo, de prácticas organizativas, de cómo nos sentimos las mujeres. Escritos que buscan reflejar un cotidiano transitado y nos permiten repensarnos de una forma diferente en esta búsqueda por transformarnos en eso que soñamos.
Todo lo que podamos decir de nuestra querida compañera Nancy  (“Snupy” como varias te decimos hace ya una década), quedan cortas en estas líneas,  en este intento de pensarte como una mujer  que ha logrado trascender en el corazón de todos y todas las que tenemos la satisfacción de conocerte.
Muchas cosas han quedado impresas en nuestra piel, cuerpo y alma: tus abrazos, tu aliento para seguir adelante, tu fuerza, tu alegría que nos sirve para contagiar a los que tenemos alrededor.
Y nos preguntamos: ¿Cómo te encontramos tocando la caja y cantando con las copleras? ¿Era otra Nancy? O era la misma?, enriquecida por la heterogeneidad, el arte, las empanadas diversas, los tamales, el locro en la casona de Humahuaca donde te escuchamos.
Ese ¿Cómo estás Negrita? acompañado por el gran abrazo contenedor y sincero. ¿Cómo están tus cosas? ¿Seguís con tu pareja? ¿y tus hijos/as y tus nietos/a?  Uniendo lo personal y político como hacemos las feministas.
Fuiste impulsora del encuentro de las mujeres, pusiste la semilla en el espacio de mujeres de los MTD y para nosotras estás… no importa si no podés venir a las reuniones o a las actividades. Creemos en las continuidades históricas, somos generosas con las historias, las rescatamos. Somos así, podemos seguir creciendo porque antes hubo mucho. Muuucha lucha, energía, muuuchos abrazos, afectos.
Cada geografía humana tiene sus precipicios y estos requirieron de la atención particular de Nancy en los últimos años, demandaron que su despertar periódico esté atravesado por incentivos como lo es el crecimiento libre de su hija Mailén, su apasionado amor por la lectura y la música,  su siembra digna de amistades y nuestra pelea constante contra el dolor.
Hoy estamos, colectivamente, retribuyendo abrazos.
No pueden con el amor y mucho menos con los sueños. Sueños que nos siguen marcando el camino y a los que no renunciamos. Gracias por enseñarnos a soñar “Snupy”.
Desde algún lugar de Nuestra América, en la primavera de 2011

Yani, Celi, Monchy, Zule, Flor y La Tana.

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